Recuerdos…muy lejanos

 

Por algún sitio he dicho que yo tenía cinco años cuando “estalló el Movimiento” y de repente aparecieron los miedos, las sirenas, los refugios, las colas y la falta de casi todo durante los tres años siguientes y las colas y la falta de casi todo durante varios años después. Pero de todo aquello solo tengo recuerdos deshilvanados y fugaces, a pesar de que ya iba teniendo más edad.

Fui muy tarde al cole por culpa de la guerra, pero me acuerdo de que a los siete años pasaba la pasarela, llegaba hasta la calle Laurel y ya en San Agustín compraba todos los días un bollo de pan con  los diez céntimos que me daba mi madre, o sea una perra gorda, para comérmelo en el recreo con la onza de chocolate que llevaba de mi casa. Estoy hablando de calles pero no he dicho que nací en la de la República Argentina y que pasé mi infancia y mi primera juventud en Logroño. En la misma calle de San Agustín estaba el colegio Valvanera, de los HH. Maristas, al que yo asistía por ser el más cercano a la Fábrica de Tabacos en la que mi padre trabajaba. A las doce y a las seis coincidían las salidas y así yo le esperaba todos los días para ir juntos a casa.

Disfrutábamos de gran familiaridad con nuestros vecinos, en la entonces Queipo de Llano 10. En el primero vivían Francisco y Fabi con su hija MaryCarmen; en el segundo, Antonio y Ángeles con Antonio y Miguel-Ángel; en el tercero Jacinto y Magdalena con Jacinto, José Luis y Carlos: y en el cuarto Lorenzo y María con Rafael y Pedro. Había, pues, siete niños y una sola niña. Solíamos recorrer todas las viviendas y nos cambiábamos los tebeos y algún libro que otro y gran parte del tiempo lo pasábamos en las escaleras y cuando llamaba la lechera o el panadero o el del hielo alzábamos, expectantes, la cabeza para escuchar los golpes desde el portal y saber quién tenía que bajar, ya que cada piso tenía un proveedor distinto, excepto el del hielo que era común. Y lo mismo cuando llamaba el cartero. Y en Navidades y Nochevieja participábamos y compartíamos la general alegría de las familias.

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