Mi afición al teatro

Data del Bachillerato. Don José Simón Díaz nos transmitió su afición  a la escritura y al teatro. Con el teatro lo matamos a disgustos. La primera comedia que se representó, como todas las demás en el Teatro Bretón de los Herreros, con lleno total de alumnos de todos los centros, fue “El mejor alcalde, el Rey”, de Lope de Vega. Y no sé quién eligió a los actores pero nombraron rey a Gonzalo Vallejo, que sería unos dos años mayor que nosotros, sin duda por su elevada estatura. Pero cuando en la víspera del estreno se representó el ensayo general el profesor Simón se quedó pasmado pues entre la incomodidad del cuello de lechuguilla, la estrechez del jubón, las calzas y las medias que hacían sus piernas mucho más largas, acababan también con la dignidad real.

Ya en la función, nada más aparecer el rey fue objeto de chanzas y pitorreos y cuando en la mitad de su discurso monocorde se tiraba sin cesar de la opresión de sus ingles se oyó una voz potente que clamaba – ¡Sandalio! ¡No te la toques, que es peor! – Y aquello fue el acabose.

Muy a su pesar, aún hizo el profesor otros intentos de meternos en la disciplina del teatro. Cambió de registro y, abandonando a los clásicos, eligió “La Casa de la Troya”, una obra romántica basada en la novela de Pérez Lugín. En el reparto había un individuo muy callado al que pensó que le iría bien el papel de un personaje que aparece de madrugada ante la catedral, con la corbata ladeada, da una limosna a una pobre mujer sentada en las escaleras y entra en el templo sin decir ni pío. Pues el pobre diablo se tropezó al pisarse la gabardina y tiró el decorado que simulaba la entrada al templo. El teatro se venía abajo y el director de escena se movía desesperado musitando – ¡Santo Tomás, una y no más! –

Con las otras dos comedias conseguimos dignificar ante el claustro a nuestro admirado profesor. “La venganza de Don Mendo”, de Pedro Muñoz Seca, una de las más representadas del teatro cómico español y “La Casa de Quirós”, de Carlos Arniches, cuyos papeles principales nos repartimos mi amigo Antonio Andrés y yo, obtuvieron un gran  éxito.

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